15 de agosto de 2006

Mi tierra... o no...



Honor, silencio, indiferencia, manifestación, provocación, errores, bandos, banderas, muertos, víctimas, verdugos, dejarlo estar, no perdón, no olvido, rencor, odio, diálogo, cuaderno nuevo, imposible, convivencia, país, tierra, cultura, hermano, vecino, amigo, mar, tierra, mesa, comida, música, ama, aita, abuelo, abuela, paz, iguales, diferencia, política, humor, txikito, pelota, toros, apuesta, botxo, pueblo, taberna, canción, fiesta, pañuelo, txosna, abierto, sonrisa, apretón, abrazo, “kagüen zotz”, marmitako, txoko, carcajada, marinela, sevillana, adopción, terruño, lejanía, importancia, relativo, mezcla, identidad, multiplicidad, avance, impureza, perfección, humildad, información, incredulidad, abertura, simplicidad, tu, yo, el otro, raíces, ramas, olores, monte, dolor, cárcel, muerte, pintadas, carteles, nombres y nombres, fotografía, crespones, fuego, imágenes, dureza, piedra, lucha, incomprensión, ataúd, aplauso, inocencia, culpa, socio, manos duras, txapela, desconfianza, lealtad, amistad, cuadrilla, fútbol, Athletic, leones, fanfarrón, pues, modernidad, titanio, Puppy, valles, montaña, risco, arte, color, expresión….

País Vasco, Euskadi, Bizkaia… es esto y mucho más. Si lo comparamos con otros lugares ¿descubrimos diferencias? Si las hay son nimias y/o estúpidas y no sirven de mucho. Euskadi es lo que le dejamos ser, soy yo y es el que no lo conoce, el que lo ama, el que lo critica y el que lo teme.

Siento un pequeño alivio en este momento complicado en el que vivimos. Deseo la paz, deseo la información y la capacidad de ver más allá del odio y el rencor por todas y cada una de las partes. Difícil, complicado y doloroso.

Ojalá, en un futuro no muy lejano, seamos un lugar más, donde la diferencia mayor sea nimia y/o estúpida y no tenga que ver con las armas y donde nadie tenga “toda la razón”.

1 comentario:

Tamara dijo...

Ojalá, Merche. Hace falta gente que mire más allá y sepa de la fuerza de las palabras, de la educación en la tolerancia y el desprendimiento de la tierra, que no nos pertenece a nadie. Hacerlo no es olvidar a las víctimas ni dar la razón a la sinrazón. Es abrir una puerta que nos lleve a recordarlas aprendiendo a no repetirlas. Solucionar es dignificar.