29 de diciembre de 2006

Juegos de alcoba

Un leve movimiento
de la yema de los dedos
sobre el rostro de ella.
Un toque de cariño
sin pretensiones
recorriendo la piel
besada con pasión
por sus labios.

El índice de la mano maestra
recorre el hueco del cuello
dibuja unos hombros
que tiemblan
la piel de los brazos
acecha
y la respiración de los pulmones
la despiertan.

Un toque de su dedo
sobre sus manos
y éstas lo apresan con decisión.

Sus ojos marrones,
vivos, jóvenes
la miran,
ya no preguntan.
Sus labios sonríen
los de ella
imitan su gesto.

Cuerpos despiertos
que se animan
con el juego que han ido aprendiendo.
Un juego que termina
o bien acaba de empezar
pero que les ha hecho
sensual
sexual
sensiblemente

más sabios.

1 comentario:

Tamara dijo...

...Mmmmm...hay que saber sentir, y haber sentido, un momento así, robado al tiempo, paralizado en él, para saber describirlo de forma tan sensual, tan hermosa, tan vibrante.
No hay nada como robar del sueño al amado para reencontrarse con él.
Muy bonito, hermoso y tiernamente sensual, Merche.