4 de febrero de 2007

Me regalo soledad

Me regalo soledad
cuando todo circula
con un sentido lógico.
Me hace compañía
sin pretenderlo
intento amigarme con ella
llenando de música y letras
todos los espacios.

Comienzo un viaje
al lugar más apasionante
al más árido y cruel
al que más conozco.
No me juzga
no quiere decirme nada
es el eco de mis sensaciones
el reflejo de mi sombra.

Tenemos una relación de amor odio
amor cuando la busco
odio cuando me encuentra
Siempre estuvo allí
quieta sin pedir nada
llega a completarme.
Soy soledad transparente
miro hacia donde está
y me reconozco.

3 comentarios:

Tamara dijo...

Qué buen ejercicio de acercamiento a la soledad. Me encanta. Genial.
Qué mal nos acostumbran a convivir con la soledad, cuando tendríamos que aprender a convertirla en nuestro mejor complemento...porque nada como ella nos va a acompañar siempre. Y no lo digo en tono pesimista o derrotista. La soledad siempre anda enredada en nuestros pasos, sentimientos, retos, encuentros y desencuentros, ilusiones y deseos. Y no hay nada de malo en ello, aunque nos perdamos en multitudes y amemos o nos amen.

Fran Invernoz dijo...

La soledad es como tu sombra, un bien de tu patrimonio personal, quizá el único que te puedan sustraer.

Stupor Mundi dijo...

Querida Merche, en la soledad solo hay lo que lleves.
Muy bueno, pero recuerda que olvidar es la forma más triste de amar...