13 de octubre de 2007


ELLA - ¿Sábes qué es inmortal?

ÉL - No

ELLA - El error

ÉL - ¿Y el acierto?

ELLA -
Los aciertos son errores bien interpretados

7 comentarios:

AnaR dijo...

Curiosa y sabia filosofía.Muy bueno, Avellaneda.

Un abrazo

nerea dijo...

Si nunca nos equivocamos ¿como sabemos cuando lo hacemos mejor?. Muy chulo y la foto muy guapa.

Besicos!

AnaR dijo...

Gracias.Aunque te haya dejado sin palabras, es bonito contar con tu presencia.

Un abrazote

Ángel dijo...

A veces nos flagelamos por lo errores cometidos, y no somos capaces de observar el inmenso aprendizaje que ellos encierran, necesario para interpretar exceletemente el siguiente...

Saludos desde Venezuela

Anónimo dijo...

Jooooooo Merchita es que escribes con tanto sentimiento, con tanta seguridad, con tanta chispa, y con esto me refiero a todo lo publicado en tu blog: Poesía,Devaneos, Frases, Escenas...
que yo me siento pequeñita, que algo he dejado pasar en el camino por no poseer esa sensibilidad que tu posees, pero me compensa el hecho de que te he conocido y el leerte rellena de a poco lo que he dejado escapar ....

Avellaneda dijo...

Filosofías de vida tengo muchas, tantas teorías... creo que las domino todas, solo que tengo una "tara" de nacimiento y es que me falta el gen de "ponlo en práctica"... pero poco a poco voy superando esa etapa. Gracias Ana
Los errores deben existir para que sepamos cuando acertamos, ¿se aprende más de los errores que de los aciertos? creo que de ambos, lo que ocurre que el regusto amargo del error se mantiene por mucho más tiempo. Un saludo Nerea.
Angel gracias por tu visita desde tan lejos :-)
Mil gracias Panchi :-)de verdad, por estar ahí, aunque no nos veamos mucho, se que puedo contar contigo y como dice ermiBenedetti "usted puede contar conmigo"

SOLOYO dijo...

Yo creo Avellaneda que de los errores se aprende porque las consecuencias son como los dolores... Si tocas el fuego y te quemas no lo vuelves a tocar, si no lo tocas nunca, nunca sabrás si deberías o no haberlo tocado... "niño, eso no se toca que quema - y el niño nunca averiguó que tenía el don de ser su piel ignífuga"...
Vaya, creo que me acabas de dar una idea para una entrada... jeje.

Besos.