16 de enero de 2008

Atardecer pausado


Plácida orilla invernal
Olas congeladas sus arrugas
Melodías sordas tocan sus manos
Granos de arena
sus minutos
bailan sin parar
juegan como lo hacen
sus batallas inacabables.

Ancianidad real, memoria olvidada
un puñado de océanos
ojos acristalados, serenos
me provocan ternura
y una impotencia atroz

La muerte espera paciente
a que el camino, el vaivén
se haga cada vez más lento
Cuando la sensación
de trabajo hecho llegue a su rostro
la paz acompasada
rebosará la mirada
del que inicie la marcha.

Miramos sorprendidos
la danza del adiós
nos vamos preparando
sin percatarnos de ello
pero nunca acabamos de escribir
esa carta que queremos entregar

Abandono ininterrumpido
atardecer pausado
despedida concluyente
hasta luego irreversible.

19 comentarios:

nerea dijo...

Uf... sin palabricas... le tengo un miedo atroz a la muerte así que hablar de ella o comentar me supone un pequeño sacrificio (no me gusta nada pensar en ella) pero hay que decir que tu escrito merece comentario ;-) Como siempre, tu manera de expresar el sentiminento es precioso y perfecto.

Un besico!

Xiketä dijo...

Hola Avellaneda...me ha gustado tu forma de escribir, asi que pasaba por aqui y me he quedado un ratillo!
Muchas veces he pensado en ese momento...en que se sentirá...espero tardar mucho aun en descubrirlo, también de verlo...
Al igual que a Nerea (y a mucha gente) a mi me da real pavor pensar en la muerte, pero siempre que lo hago, pienso en lo bonito que es vivir, y en lo maravilloso que es poder disfrutar de las cosas de la vida!!
Besos

julio-entuinterior dijo...

Y pensar que podía haber sido...
Primavera constante
siempre alegre, joven
renovada, real...
¡Pero no encontraste el camino!
(De "A la vista de un viejo")

Un abrazo

Avellaneda dijo...

Nerea, es algo que nos acompaña y que está ahi, a mi me da más miedo la muerte de la gente a la que quiero, pero no puedo evitar pensar en ello. Gracias por tu sacrificio :-) Bss

Xiketä es una opción sabia y necesaria esa de pensar en lo bonito que es vivir. Bss

Julio... no vamos a tener esa sensación cuando estemos en ese final del camino, no, tendremos la paz de haber vivido y tener el trabajo hecho, es más, ¡bien hecho!.
Un abrazo pa t@s

julio-entuinterior dijo...

Lo bueno que tenemos es que sabemos de la existencia de los dos caminos y hemos elegido caminar por el "guay" y en él estamos, ¿no?

Besos

Avellaneda dijo...

Eso es Julio, en ello estamos :o)
Bss

raindrop dijo...

Bueno, igual que la noche es la conclusión inevitable del atardecer, también la muerte lo es de la ancianidad... esto hay que asumirlo de forma natural.
Lo bueno es poder disfrutar de una vida en la que merezca la pena llegar a esa orilla donde se puede contemplar el más hermoso atardecer (¡hay tantos que acaban su camino a mediodía! Eso sí me parece triste)
(por cierto, qué curioso... esta noche soñé que tenía setenta y tantos...)

Me gustó tu poema

besos ;)

Avellaneda dijo...

Acabar el camino antes de ese atardecer es una verdadera putada (así, con todas las letras), y para eso nadie está preparado...
Así que esperemos vernos en el atardecer de nuestras vidas con la sensación de -como diría Julio :-p- plenitud
Me gusta que te guste :oD.

Bss

Anónimo dijo...

Irreversible sí pero sorprendente no ¿verdad?

Es divertido oir conversaciones, una pesona muy enferma con ochenta y pico, comentario oido... ¡pero si es tan joven!; es obvio que en el fondo queremos alejar y alejar la certeza sobre nuestra propia muerte, y nos salen tonterías como: murió sorpresivamente, ¿sorpresivamente?, ¿acaso creía que era inmortal o algo así?

Felizahora

Avellaneda dijo...

Bueno, yo creo que (siendo lo jocosa que el tema puede permitir) la muerte en la vejez de la vida es como hacienda, es decir, sabes que llega, tienes claro que llega pero siempre te sorprende
Gracias por tu visita Felízahora

SOLOYO dijo...

Qué productividad hija mía! Me abstengo de opinar del tema que lo mío es el presente! jeje. ;)

Avellaneda dijo...

Soloyo ¿Tu sabes lo que da el tiempo en navidades? :-)

Ingrid U.J. dijo...

"Miramos sorprendidos
la danza del adiós
nos vamos preparando
sin percatarnos de ello
pero nunca acabamos de escribir
esa carta que queremos entregar"
____________________________

Cala hasta lo mas hondo, duele en lo profundo...

Ha sido lindo visitarte, en verdad, escribes precioso, profundo, visual...

...Me transportaste a la más linda historia de mi vida, al más sentido adiós.

Un abrazo volado

Avellaneda dijo...

Hola Ingrid, gracias por tu visita y por tus palabras. He visitado tu espacio y disfrutado también de tus versos. Para mi es un placer tu visita
Bss

EL INSTIGADOR dijo...

La muerte es el resultado de haber vivido, el final de un proceso donde la vas asumiendo mientras más páginas quitas al calendario. Sin duda, lo más atroz de la muerte es que te llegue con todo por hacer, rebosante de vida. Y la tragedia de los tuyos.

Muy bueno el poema.

Besos.

Anónimo dijo...

Que la paz acompasada rebose tu mirada cuando llegue la hora

felizahora

Avellaneda dijo...

Muy cierto Instigador, como le decía a Raindrop, que llegue la muerte cuando todo te queda por hacer es una gran faena... esperemos que nos llegue en el momento preciso del adiós, para eso también hay que ser oportuno!

Ayer recordé que era el cumpleaños de mi abuelo, hubiera cumplido 100 años, pero se fué unos meses antes. La última vez que le vi tenía una mirada que me decía, es el momento preciso aquí poco más tengo que hacer.

Si felizahora, ojalá fuera así como nos llegara la muerte

bss y gracias

Tamara dijo...

Creo que deberíamos ser más conscientes de lo mortales que somos. Eso nos ayudaría a vivir el instante con tanta intensidad como se merece, pues no hay ninguno repetible. También deberíamos aprender desde niños a desdramatizar la muerte. Eso nos despojaría de miedos, rutinas, liturgias, dependencias. Me gustaría poder enfrentarme a mi propia muerte con elegancia, con la mirada firme de quien ha sabido vivir.
Y sí, me gustaría que la paz acompasada rebosara mi mirada al iniciar la marcha.
Mientras llega ese momento...¡¡seguiremos aprendiendo a vivir y aferrándonos a la vida con mucha fuerza!!
Muchos besos, Mer.
Un poema precioso, lírico, conmovedor.

Anónimo dijo...

Ojalá que cuando se acerque ese momento para mí tenga la serenidad que me tranmiste tu poema...
Bellísimo.
Bss.M.