20 de mayo de 2008

Mujer de Lot




Veo los árboles
como mujer de Lot
paralizados al borde del camino

Mecen sus copas
insistiendo en su presencia
Cuando te percatas
de su baile sinuoso
envidias su seguridad

No irán a lugar más lejano
que en el que plantan sus uñas

Ellos quietos,
el mundo a sus pies
y el poder de saber
dónde se encuentran

12 comentarios:

Tamara dijo...

¡¡Esta es mi Mercheeee!! Sí señor, que se vaya llenando, que se llene el blog de buenos versos.
Quién fuera árbol algunas veces, ¿verdad?
Árbol que asoma seguridad a sus ramas, que parecen tan rotundo ocupando un espacio que le pertenece.Que ha conquistado y del que se nutre para crecer y tirar para arriba. Árbol que no necesita decidir hacia dónde mecer las hojas o extender las raíces.
Pues sí, quién fuera árbol. Y ya puestos, por qué no un sauce como el de nuestra estación, para rascar con sus ramas a la gente que se queda ensimismada. O una encina, que he descubierto hace poco que es un árbol capaz de brotar donde menos se la espera (¿quién buscaría una encina en Urdai Bai?)
Merche...muchos besos...qué bien que hayas vuelto.

julio-entuinterior dijo...

La plenitud de la que habla Maharaji en mi último post, se le podría aplicar a este árbol.

Besos

raindrop dijo...

Recuerdo que una sencilla flor que el Principito se encontró en el desierto le dijo que los seres humanos no tienen raíces y eso les fastidia mucho, porque el viento se los lleva a cualquier parte.
Tenía su parte de razón :D

El poema me ha gustado mucho. Da que pensar y está muy bien escrito.

besos

Anónimo dijo...

"...y el poder de saber donde se encuentran..." ¿llegamos a eso alguna vez? en el momento en que creemos que si, hay algún detalle o detallón que lo remece todo en mayor o menor grado y nuestras raíces tan bien asentadas se debilitan ¿estamos sujetos al destino, a las circunstancias?...
Me ha gustado Merchecita y también celebro tu regreso que observo viene con mucha fuerza...
Un besote.M.

Xiketä dijo...

No te parecen admirables?
Lo árboles, al igual que toda la vegetación ( o la gran mayoría al menos), posan sus raices en la tierra, viven dentro de un ecosistema perfecto, aportan su grandioso grano de arena para que la vida sea eficaz. Tan solo con sol y con agua son capaces de generarnos al resto de especies el aire que se puede respirar.
Y no piden nada a cambio, ellos repiten su ciclo constante a cambio de nada, es su forma de mantenerse vivos tambien.
Y a veces parecen tan débiles, tan susceptibles de que la mano humana terrible les apodere de su gracia...
Esa quietud es la que deberíamos de aprender, observar, analizar, vivir tan solo.
Besos y me encanta esta poesia tuya que, como siempre, invita a pensar tanto...

Avellaneda dijo...

Tamara los árboles son compañeros fieles que a veces mudan de ropaje pero siempre están ahí, así lo entendió también la thyssen con su ¡no a la tala! no? jejeje. No en serio, fue una reflexión que me visitó en el viaje de ida a Bilbao, les tuve envidia por estar en el lugar que les pertenece, por que sí, por que así debe ser... Es un placer regresar, ver el sauce llorón que nos saluda cada mañana en la estación y, lo más importante, volver a ver a los amigos. Besos gordos amiga

Julio los árboles son lo que son, son plenos por ser ellos mismos... pues si, enseñan más de lo que creemos. Un abrazo fuerte

Raindrop esa flor era sabia, no es que tuvieramos que tener raices pero si enraizarnos en lo que creemos, pero eso a veces es tan complicado... Por cierto los árboles ¿son libres? :-)Un besote

Marcelilla querida, cuanta razón tienes, cuando parece que tienes tu sitio, es tu momento, hay cualquier detalle que te desestabiliza. Me tocaba regresar y me gusta encontraros ahí. Bss

Xiketä es tan sencillo que si lo piensas es como si esa verdad te diera una colleja por tonto, pero es nuestra naturaleza humana la que nos hacen ser sencillamente complicados... besos

raindrop dijo...

jajajaj touché!!
pero se me ocurre que si tienen libertad interior... ;D

besos

Avellaneda dijo...

Muy bien traido Rain jajajaja, no esperaba menos de ti! ;-)

Sib dijo...

Siempre me han impactado los árboles, su enormidad me produce respeto, su talante alto y siempre hacia arriba me da envidia, su enraizamiento en la tierra me trae recuerdos dulces, generosos en dar vida a muchas más ramas....
Evidentemente nada que nos asemeje a ellos,nosotros siempre tan diminutos y dejando perder nuestras raices como si no formaran parte de nuestra vida..
Precioso poema Merche..
Un beso

Avellaneda dijo...

En nuestra alma creo que algo de árboles tenemos, somos supervivientes, nos engalanamos sobretodo en primavera, e intentamos encontrar nuestro lugar para tirar pa'lante ¿no crees?
Un beso sib

Sib dijo...

Para atrás aunque a veces el ánimo nos empuje hacia el suelo...ni para coger impulso Avellaneda...
totalmente de acuerdo.
Un beso enorme

julio-entuinterior dijo...

'Qué cosas...! jajaja He escrito en Google, edibeavellaneda árbol y me ha llevado al post que decías hacía referencia al arbol.
Sí, efectivamente habla en los mismos términos de admiración hacia el árbol que el posst de Maharaji.

Un beso, compañera