19 de septiembre de 2010

Exorcismos

Tengo la sensación de que he dejado lejos una parte importante.
No sé dónde o quizá ya no quiera volver a buscarla.
Tengo la sensación de que la inocencia se ha perdido.
Toda.
Por completo.

Habla la mala suerte denominada madurez.

Tengo miedo de no saber regresar, de haber entrado en un laberinto que parecía sencillo de resolver pero que no tiene salida.

Temo encontrarme con el Minotauro y que éste quiera que me quede con él para siempre.
Para dejar de jugar a solitarios aburridos y montar una timba conmigo todas las noches.
Y lo que más temo es que esa situación me guste.

Los ojos bien abiertos, las migas de pan en fila india, los lacitos atados en los setos y esa sensación de caminos recorridos por la inercia de quien se sabe perdido.
Así ando como a ciegas pero con la vista puesta en todas las pistas.

La valentía está conmigo desde el inicio, pero no sé dónde se mete.
Siempre me hace lo mismo, cuando tomo aliento y avanzo ella se queda atrás atándose los cordones de las zapatillas.
Puede que para huir más rápido.

Una sensación desasosegante esta de andar sin un rumbo planeado.
El estómago tiene pesas en su interior, para no voltearse en el momento más inoportuno.
Los pies están preparados para dar otro paso pero las rodillas duelen de andar cuesta arriba.

Se que es cuestión de tiempo, de tesón, de fuerza, de carrera de fondo…
Aunque sueño con ese leñador que te salva en el clímax de la tensión y que con su hacha hace trizas este laberinto.

Bueno… quizá la inocencia no haya desaparecido del todo.
Aunque preferiría tener ese hacha entre mis manos.

9 comentarios:

raindrop dijo...

¡ay, los laberintos!
Y no siempre hay una Ariadna a mano cuando entramos o un leñador cuando queremos salir...

;D

Avellaneda dijo...

Efectivamente, es solito como debe uno salir de allí sano y/o salvo. Pero vamos que si alrededor alguien va gritandonos para tener una orientación tampoco viene mal :)
Bss Raindrop

Tamara dijo...

Querida Merche,
Me ha gustado mucho este poema. De hecho, me ha sobrecogido. No hay buenas palabras que arrojar al laberinto, a veces hay que reconocer que el laberinto es una jodida y real perspectiva, pero si las hubiere y las encontrara, me gustaría entregártelas.
Desde la humildad y la sinceridad, quiero creer que el laberinto es como un espejismo, un mal sueño, y lograrás salvarlo y encontrar el sol, las fuerzas para que no flaqueen las rodillas, y la luz que te mereces.
Muchos besos amiga.

Basquiat dijo...

yo creo q tienes el hacha entre tus manos, solo debes aprender a usarla o en todo caso usar todo tu instinto.
que bueno que podamos sentirte cerca amiga nuevamente, ya se te extrañaba mucho., si no tengo una solución para ofrecerte, por favor al menos quédate con mi infinita complicidad.
un fuerte abrazo.

Marcela dijo...

Merchecita ... me ha gustado y conmovido... y aunque lo jodido es la experiencia de vivir ese viaje que no me puedo imaginar, el retorno llegará...
Un abrazo fuerte, fuerte amiga...

Avellaneda dijo...

Bueno, espero salir de este laberinto con o sin hacha, con o sin intuición, con o sin fuerza... como sea saldré, lo sé, lo que ocurre es que creo que por este sitio ya había pasado... en fins, gracias guapas y guapo por los ánimos y por estar ahí aunque sea al otro lado
Besos

Unknown dijo...

Merche...

que ciertos laberintos hay que pasarlos solito... eso de todas todas... pero piensa que de todo se aprende y que los problemas del laberinto son pequeños retos que puedes ir superando..y al final abras crecido.

y si levanta la cabeza el minotauro y resulta ser un tio cachas de esos que quitan el hipo y encima tierno.....ja, ja, ja.

bromas a parte..

sigue el camino y procora sacar de él todo lo bueno que te dé.

Besitos me alegra tu vuelta

Avellaneda dijo...

Hombre Estrella, si está cachas pero levanta la vista y tiene la cara de un morlaco con unos cuernos asiNdegrandes pues como que... nop XD pero vamos que gracias por el ánimo :)
Un abrazo

S.Grazalema dijo...

¡Merche! Sólo puedo decir que... me alegra tu vuelta :)

Muxus!!!!!