19 de junio de 2011

8º y 9º pecado mortal

Cuando Pedro salió a su ventana
No sabía, mi amor, no sabía
Que la luz de esa clara mañana
Era luz de su último día
Causas y azares Silvio Rodríguez



El azar
surca nuestras arrugas recordándonos
que nuestras manos
lo provocan
que nuestros sueños
lo marcan
que nuestras palabras
lo justifican
que nuestros actos
lo acompañan

Es por eso que temo a la indiferencia
pecado mortal de nuestra era
Temo al tiempo desperdiciado
a los momentos preciosos
que se olvidan

Es por eso que temo a la demagogia
pringada en buenas intenciones
llena de palabras balsámicas
vacía de actos
abarrotada de supuestas acciones

Quiero creer en la utopía
que nos hace un poco valientes
que llena las plazas durante unos días
Esa utopía que lucha contra el escepticismo
escepticismo que nos hace verla lejana
aun estando ahí, al lado,
acompañando a nuestra vida.

No es la utopía
la zanahoria del progreso
la utopía es
nuestro reino posible
Ella lucha contra ese azar que nos envuelve
contra la indiferencia
bacteria mortalmente contagiosa
contra el escepticismo,
resultado de tanta desilusión

El azar
nos recorre
La indiferencia
nos enferma
La demagogia
nos ciega
Pero la utopía es fiel
paciente, puede que ilusa,
Espera a que ese azar nos compense
con un golpe de suerte
en plena frente

Ella grita
Que la indiferencia muera
Que la demagogia sea discurso olvidado

Y yo deseo
que el momento preciso
en el que me asome a la ventana
y vea el horizonte tan cerca
no me importe que sea
la mañana de mi último día.