Alejó de sí las certezas descubriendo que no eran tales y agradeció que la presbicia vital viniera para quedarse.
"...¿Has tenido alguna vez miedo de meter a alguien tan adentro, que sabes que no podrías volver a arrancarlo de ti sin desgarrarte, sin perder parte de ti al hacerlo...?"
Alejó de sí las certezas descubriendo que no eran tales y agradeció que la presbicia vital viniera para quedarse.
El quiero juega con la alternativa de la negativa,
el deseo con la posibilidad del error,
el tengo con la tiranía de la culpa,
el debo con la eterna esclavitud.
Si te falta el aire no es amor,
es insuficiencia respiratoria.
Si la sensación es de mariposas en el estómago,
son gases.