26 de agosto de 2020


 

No conozco tu historia.

Tus pies pueden caminar firmes o titubear ante el dominante. Tus manos acariciar o golpear sin preguntas. Tus brazos abrazar o desdeñar amores. Tu cabeza asentir o renegar de todo lo que no te incumba. Tu nariz recrear las primeras sensaciones de la mañana o llenarse de odios hacia el que no conoces. Tu boca rozar lo sublime de un beso o mascullar insultos gratuitos. 

No conozco tu historia ni el rumbo de tu camino, pero te me pareces. 

Son tantas las opciones de un rostro al azar y no siempre opto por la menos lesiva.

Sospecho, desconfío, me prevengo y antes de cruzar de acera mi consciencia decide que: Eres el que escucha y atiende, el que acepta y acoge, el que acaricia y besa, el que abraza y sostiene, el que respeta, disfruta, comparte, aporta. Decido que eres la mejor opción de lo que podrías ser. 

Ante el otro quisiera abonarme a la misma apuesta, a la misma combinación con la inalterable esperanza de acertar. 



La foto pertenece a la fotógrafa mejicana Carolina Chávez. ella confía en que mis palabras apostillen sus instantes que, reconozco, me encantan y yo lo intento al menos. Su trabajo tiene mucho de latidos, de pulsos en diferentes rincones y también de azares.

16 de agosto de 2020

JUSTO ESE

 


Cuando descubres en una palabra el doblez

cuando te inunda una decepción

cuando el pasado desentierra un recuerdo

cuando una respuesta inesperada te abofetea


Ese momento, justo ese


El engranaje de miles de pensamientos 

se detiene un nanosegundo 

surge una luz que  se ralentiza 

dibujando un claro trayecto 

manidos sentimientos, trilladas razones 

pierden de golpe significado


Ese momento, justo ese


La perspectiva gira, la lucidez irrumpe 

el desconcierto cae, el letargo salta

la mirada detenida en un paisaje conocido

donde todo ha cambiado.


Ese momento, justo ese