26 de septiembre de 2010

RETAZOS



¿Es la huída peor
que desear huir
que pensar
ininterrumpidamente
en perpetrarla?
*.*
Llevaba días sin hablarse
ni una palabra de ánimo
ni de desánimo y
se echaba de menos
*.*
Le dije que la quería
fue fácil porque es verdad
se suspendieron las palabras en el aire
cayeron en la comisura de sus labios
y la hicieron sonreír.
*.*
¿El cansancio se acumula
o es una sensación perpetua
que se mantiene latente
durante mucho tiempo?
*.*
Sintió frio en las rodillas
se resentían de lo recorrido
y por la memoria
de todas las escaleras
que aún le quedaban por subir.

19 de septiembre de 2010

Exorcismos

Tengo la sensación de que he dejado lejos una parte importante.
No sé dónde o quizá ya no quiera volver a buscarla.
Tengo la sensación de que la inocencia se ha perdido.
Toda.
Por completo.

Habla la mala suerte denominada madurez.

Tengo miedo de no saber regresar, de haber entrado en un laberinto que parecía sencillo de resolver pero que no tiene salida.

Temo encontrarme con el Minotauro y que éste quiera que me quede con él para siempre.
Para dejar de jugar a solitarios aburridos y montar una timba conmigo todas las noches.
Y lo que más temo es que esa situación me guste.

Los ojos bien abiertos, las migas de pan en fila india, los lacitos atados en los setos y esa sensación de caminos recorridos por la inercia de quien se sabe perdido.
Así ando como a ciegas pero con la vista puesta en todas las pistas.

La valentía está conmigo desde el inicio, pero no sé dónde se mete.
Siempre me hace lo mismo, cuando tomo aliento y avanzo ella se queda atrás atándose los cordones de las zapatillas.
Puede que para huir más rápido.

Una sensación desasosegante esta de andar sin un rumbo planeado.
El estómago tiene pesas en su interior, para no voltearse en el momento más inoportuno.
Los pies están preparados para dar otro paso pero las rodillas duelen de andar cuesta arriba.

Se que es cuestión de tiempo, de tesón, de fuerza, de carrera de fondo…
Aunque sueño con ese leñador que te salva en el clímax de la tensión y que con su hacha hace trizas este laberinto.

Bueno… quizá la inocencia no haya desaparecido del todo.
Aunque preferiría tener ese hacha entre mis manos.