14 de octubre de 2012

NO PASARÍA NADA


No pasaría nada
si las caricias simplemente se limitaran a rasgar el papel
si los besos se quedaran en las volutas de los sueños
No pasaría nada
si su rostro se mantuviera borroso
con los matices inventados por bordes de palabras,
por deseos imaginados, por respiraciones al azar
No pasaría nada
si la cascada de un quizá se hubiera quedado estancada
No pasaría nada

No pasaría nada
si el destino se calla para siempre,
sin vuelta atrás
No pasaría nada

No pasaría nada
si todo se quedara en el limbo de la excéntrica fantasía
pero cuando el delirio cae en las realidades
de almohadas y sábanas estrenadas
la fortuna se asombra de su propia fuerza

El deseo cruza la línea
la cascada restalla las barreras
las miradas inundan su cuello
las palabras enmudecen
dejando espacio a los besos
que se dedican a tatuar momentos
cóncavos y convexos.
Las manos abarcando las palabras mudas
suspendidas en un tiempo elástico
donde todo es posible
donde no existe el miedo

Pasa. Pasó. Pasará
Si le damos la mano al deseo compartido
si nuestra historia intangible es contada por latidos
si la vida se empeña en burlarnos el tiempo
No sabremos cuándo, ni dónde, ni cómo
pero todo esto que te cuento
pasa. Pasó. Pasará

8 de octubre de 2012

Crepúsculos matutinos (III)



Alargada la madrugadora sombra
Lánguida y sutil esencia de uno
Brujuleando despierta hacia delante
Oteando que no haya piedra insalvable
Rayando el suelo con la suavidad de la certeza
Arrastrando sin piedad su insumiso cuerpo
Decálogo de lo que nunca se debe hacer
Arropado aún por el tibio sueño
Saludando al día que, a pesar de todo, ha vuelto.
Arrastra sus cuentos inventados y reales
Mostrando una terca e inútil resolución
A pesar de si mismo se empeña
Negando sus huellas demasiado hundidas
En el devenir de las opciones irreversibles
Cercado por sus propios sueños en coma
Estipulando un nuevo chantaje de sus opciones
Reptando por sus rencores para poder pisarlos
Empeñado en surcarlos, iluminarlos
Sin ninguna piedad conocida
Y esconderlos tras esa línea irreal y diaria.
Apuesta su energía del día, toda
La opción de rojo y par, segura
Bravuconada de la que se arrepiente, se recrimina
Arriesga la rutina por una posibilidad de emoción
Sabe que, aun agotada, ganará siempre.