30 de enero de 2016

Receta


1 kilo de inconsistencia 
300 gramos de entereza 
una taza de afinidad 
4 onzas de sonrisas 
unas pizcas de amistad 
un buen recipiente 
que consienta los cambios.

Admite la masa unas manos firmes
que mezclen toda la incongruencia
la paciencia, las sorpresas
las decisiones acertadas
incluso las erróneas
las temporales o las definitivas.

Durante el año transcurrido
la mezcla también ha aceptado 
harina de frustración
levadura de impaciencia
susceptibles perlas 
de tristezas y vacíos
mililitros de lágrimas
gramos de mediocridades
impaciencias
inconformismos…

Gracias a las risas y complicidades
este revoltijo de entusiasmos
durante el tiempo necesario
se ha esponjado, emocionado
aceptándose imperfecto.

Hoy se rellena de posibilidades
cubriendose de sueños y proyectos
escondiendo sus miedos y dudas.
Espolvorea ilusiones 
sobre las izadas velas encendidas.
Coge aire 
cierra los ojos
dibuja una utopía
soplando la esperanza
sobre las 45 etapas recorridas.

17 de enero de 2016

Trasplante

Escultura "Mujer con cajones" Salvador Dalí


En los  huecos de la cordura 
recolectaba briznas de serenidad 
mientras el silencio acompañaba 
sus suaves movimientos. 

Tenía intención de acumularlas 
para descubrir 
qué grado de supervivencia le acompañaría 
a partir del instante 
en que perdiera la base de su paciencia.

La susceptibilidad se había crecido 
invadiendo todo el espacio 
y se sentía enfermo.
Un reconocimiento interior
hacía presagiar lo peor.

La rendición había llegado 
incluso antes de la lucha.
En el castillo que construyó 
para no caer
ondeaba la bandera blanca.

Pero no contó 
con que los accidentes 
suelen acontecer
en el terreno de lo conocido.

En un cajón olvidado encontró 
un billete a su particular 
reino de Oz
donde podría pedirle al mago
justo lo que necesitaba.

¿Cerebro 
para racionalizarse?
¿Corazón
para quererse?
¿Valor 
para levantarse?

No
Un trasplante de entusiasmo
para curarse.

3 de enero de 2016

POEMA DE AMOR… O LO QUE SURJA

llegando al andén sofocada
sin saber que te perdía
Mientras tú,
en el tren equivocado,
viajabas por otra vía.

Me encontraste
reventando piñatas imaginarias
así, a ciegas,
dando palos a burros volando

Me encontraste
quitándome gajos
para convertirme en media

Me encontraste
cegada, loca, construida, sola
llena de lagunas

Me encontraste
sin estar buscando

Te vi pasar
pero a destiempo

Sin darnos cuenta
la serendipia hizo el trabajo
Tu pupila se enterró en la mía

Nos descubrimos
como esos desconocidos
que se ven todos los días

Con el tiempo,
mientras recuperaba
mis porciones cedidas,
conseguí acertarme en tus ojos
completándonos
como partida de trivial ganadora.