30 de enero de 2017

10 años más

Al fin y al cabo, somos lo que hacemos
para cambiar lo que somos
Eduardo Galeano
Hoy hace 10 años cumplía 36 y me respiraba feliz. Leo en mi primer post de aniversario que me apetecía dar las gracias a toda la gente conocida, a la que me quería y aún me quiere, daba las gracias por esas cosas hechas y por  todo lo que quedaba  por disfrutar. Hoy sigo dando las gracias aún con más razón. 

Hablaba de tener la sensación de no hacer otra cosa que “abrir puertas. Nuevos lugares, personas, actividades, locuras, sentimientos, mis amigos de siempre y la manera diferente de mirarnos, mis nuevos amigos y las formas de irnos conociendo...” Me leo y me veo en esa persona de hace 10 años pero también debo confesar que me cuesta reconocerme.


Hace 10 años sentía que estaba en un tren que se movía, un tren que me llevó lejos a terrenos donde nunca pensé que podría sobrevivir. Y lo hice. Eran tiempos de conocimiento y de algo de locura, tiempos de retos y de golpes del destino. Tiempos de vivir a pesar de todo.  Tiempos de aprendizajes y riesgos. En estos 10 años crecí, temí, sentí, sufrí, amé y desamé, me alegré, me hundí, me levanté, despedí y abracé, lloré y reí, perdí y gané. Hace 10 años estaba embarcada en un viaje hacia dentro desde fuera y hoy me sorprendo sacándome a tirones.

Hace 10 años avanzaba sin saber hacia dónde, con el miedo prendido a la solapa, dando tumbos y tocando paredes mientras pisaba piedras conocidas de otros tropiezos, pero con la inconsciencia de estar viviendo. Han pasado 10 años de golpes profundos y dolorosos y por ellos y gracias a ellos no soy la misma. Han pasado 10 años y sigo aprendiendo. Han pasado 10 años y me encuentro de nuevo buscando. Han pasado 10 años  las preguntas han cambiado pero la urgencia de tener respuestas no es la misma.

Hoy hace 10 años cumplía 36 y me respiraba feliz. Hoy cumplo 46 y simplemente me concentro en respirar, en no perder la perspectiva de verme con ojos de testigo y no de juez. Hoy cumplo 46 y decido no apagar la luz que desprenden mis aciertos y mis errores. Hoy cumplo 46 y sigo aprendiendo, sigo viviendo, sigo riendo, sigo llorando, sigo sintiendo y sigo sorprendiéndome.

Soy 10 años más yo, me reconozco más serena, más auténtica, más frágil incluso, más harta, más enfadada, más incrédula pero también más ligera, más inconsciente, más atrevida, con más ganas de reír, con menos miedo a faltar, con menos respeto a fracasar. 

Soy 10 años más yo y estoy aprendiendo a tomarme menos en serio. 



2 comentarios:

Marcela dijo...

Emocionante y certero Mimer y te aseguro que desde mi prisma sigues en ese tren que se mueve, aprendiéndote cada vez mejor, enfrentándote a los contratiempos con una fuerza y entereza envidiable y siempre levantándote como una campeona... M.

Avellaneda dijo...

Miles de gracias por tus palabras pero sobretodo por manternerme ahi al ladito.