El silencio roto por una esquina
derramó sobre la mesa
las voces dulces que la hicieron sonreír
hace eones de tiempo.
Suponía un esfuerzo curvar sus labios
pero lo intentó
con todas las palabras guardas.
Ese batir de alas la hizo soñar
y soñó, como había olvidado,
con un traje de espuma
con ser sirena que recorriera
la distancia que separa
la locura de la prudencia
Sintió que sobre el papel
se vertía lo guardado
para nadie.
Reparó en que su araña
ser silencioso y trabajador
la tejía por dentro.
Cuanto más se soñaba
más calor sentía
su nido de frágil seda
se convertía en la red
que la sujetaba
irónicamente firme.
El silencio roto por una canción
le estremeció
revolucionó su sistema de alerta.
Con decisión
vistió su cuerpo con traje de espuma,
impulsada por su extremidad de escamas
comenzó a recorrer
la distancia que separa
la imagen de su reflejo.
Promesas de evitar la inercia
cuando la marea
le lleve a donde no pertenece.
Deseaba tatuarse esa sensación
y juró licenciarse en romper silencios
estudiar para provocar tempestades
cultivar lo de verterse
y que esa red de seda
siguiera cumpliendo su función
de soñar sin miedo.
2 comentarios:
¡Qué fuerte es la energía que encierran algunas palabras! Y qué bueno resulta cuando son capaces de transformar esa energía en otro tipo de realidades que hacen más brillante la vida cotidiana.
:)
besos
Las palabras fluyen y cuando las juntas y las lees en voz alta se transforman! :) es una energía muy satisfactoria. Besos Rain
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